El gobierno de Naucalpan continúa atendiendo las consecuencias de la intensa lluvia ocurrida recientemente. Las principales afectaciones se registraron en las colonias San Antonio Zomeyucan y Mártires de Río Blanco, donde 19 viviendas sufrieron inundaciones. Además, se reportó la caída de 11 árboles y el derrumbe de tres taludes que obstruyeron vialidades.
Moisés Minquini Matilde, titular de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos, informó que no hubo personas lesionadas. Los derrumbes en las colonias Lomas del Cadete, Benito Juárez y Buenavista no causaron daños a inmuebles.
En la colonia El Chamizal, se retiró un techo de lámina de 75 m2 que cayó sobre cables eléctricos y telefónicos. En San Antonio Zomeyucan, ocho casas se inundaron con 50 cm de agua, mientras que en Mártires de Río Blanco, 11 viviendas tuvieron 30 cm de agua, requiriendo bombeo para su desalojo.
En Mártires de Río Blanco, la caída de una barda de un jardín de niños (30 m de largo y 3 m de alto) derribó cuatro árboles, los cuales ya fueron seccionados. También se reportaron escurrimientos en el Río Hondo, Los Pastores y San Agustín, causando encharcamientos sin afectar inmuebles.
Las labores de atención y apoyo están siendo realizadas por personal de Protección Civil y Bomberos, la Dirección General de Servicios Públicos, DIF Municipal y el Organismo Público Descentralizado para la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS).
Este evento meteorológico destaca la importancia de la preparación y respuesta rápida ante desastres naturales en zonas urbanas. La coordinación eficiente entre diferentes dependencias municipales fue crucial para atender las diversas afectaciones sin que se reportaran lesionados. Sin embargo, la situación subraya la necesidad de mejorar la infraestructura de drenaje y prevención de inundaciones en áreas propensas a estos eventos, así como la importancia de mantener un plan de manejo de vegetación urbana para prevenir caídas de árboles durante tormentas intensas.